junio 2016 | Saludymas507

alimentos cotidianos con más grasas


En los alimentos, las grasas o lípidos contribuyen al sabor y a la textura de los alimentos y, cuando son mayoría en el producto, se denominan aceites o grasas. Estas últimas son sólidas a temperatura ambiente (como la mantequilla o la manteca de cerdo), mientras que los aceites (como el de oliva o el de girasol) son líquidos. Sin embargo, otros alimentos también suponen un aporte considerable de lípidos. Estas son las diferencias en cantidad, y sobre todo en calidad, de los alimentos más ricos en grasas:
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Aceites vegetales. En más del 99% de su composición, son grasas repartidas, sobre todo, entre ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Por su relación con nuestro entorno y por las propiedades saludables atribuidas a su contenido en ácido oleico y polifenoles, se aconseja el consumo de aceite de oliva virgen.

Salsas elaboradas con aceites vegetales (mayonesa, alioli). Resulta obvio que las salsas que contienen gran cantidad de aceite son también una fuente importante de grasas (más del 85%).

Mantequilla. Contiene un 80% de lípidos, de los cuales más de la mitad son saturados. Además, aporta 250 mg de colesterol por cada 100 gramos, lo cual la sitúa en los primeros puestos de la lista de productos más ricos en colesterol (después de las vísceras y el huevo).

Margarina. La mayoría tiene un porcentaje de grasas similar a la mantequilla, aunque al provenir de aceites vegetales su contenido en grasas saturadas es más bajo y no aportan colesterol. En contrapartida, es preciso asegurarse de que la margarina escogida no contiene grasas trans (derivadas del proceso de hidrogenación que sufren los aceites vegetales con el fin de convertirlos en grasas sólidas para untar).


Frutos secos (piñones, nueces, avellanas) y semillas (pipas, sésamo). A pesar de su elevado contenido en calorías y grasas (alrededor del 60%), datos provenientes del estudio Predimed indican que la adición de frutos secos a la dieta habitual no se asocia al aumento de peso corporal. En cambio, sí están ligados a beneficios para la salud, sobre todo a nivel cardiovascular.

Embutidos y derivados cárnicos (panceta, chistorra, foie gras, salami, longaniza). Los alimentos cárnicos y sus derivados son la primera fuente de calorías, la primera fuente de grasas saturadas y la tercera fuente de colesterol de la dieta de los españoles. Entre los cárnicos, los embutidos como la chistorra, la sobrasada o el salami, y los derivados como la panceta o el foie gras son los que más grasas aportan.

Quesos curados. Los quesos más curados contienen menos agua en su composición y, por lo tanto, sus nutrientes están concentrados. Aportarán así más calcio, más calorías y, por supuesto, más lípidos. Un 35%-40% de su composición son grasas y la gran mayoría de estas son saturadas. El contenido en colesterol y sal no es tampoco despreciable.

Según la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE), realizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el consumo de grasas de la población española es excesivo: se sitúa en un 42%, frente a la recomendación del 20%-35%. También es excesiva la ingesta de grasas saturadas y colesterol.

Si se tienen en cuenta las principales fuentes de estos nutrientes, los siguientes consejos deberían contribuir tanto a moderar el consumo de grasas como, sobre todo, a mejorar el denominado "perfil lipídico". Esto es, a reducir el aporte de las grasas saturadas y el colesterol y a aumentar las fuentes de grasas cardiosaludables:

Priorizar el aceite de oliva por encima de otros aceites vegetales, tanto para aliñar como para cocinar.
Reemplazar los frutos secos fritos, por frutos secos tostados o crudos (sin sal).
Desplazar la mantequilla del desayuno a los fines de semana; para cada día, es mejor el aceite de oliva.
Descubrir nuevas maneras de rellenar los bocadillos: sustituir el embutido por aguacate, hummus, rodajas de tomate y queso fresco, pavo, etc.
Reservar las carnes más grasas (cordero, algunas partes del cerdo y el vacuno) para ocasiones especiales.
Priorizar las variedades de queso más tiernas y frescas, y probar las versiones bajas en grasas y sal.
Hornear algunas preparaciones, como croquetas, empanadas o hamburguesas, en lugar de freírlas.
En caso de excederse con la cantidad de aceite de oliva que se añade a los platos y cocciones, utilizar una botella pequeña donde solo quepa la cantidad diaria que se deba utilizar
fuente:consumer



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conoce las razones por las cuales se acumula la grasa en el abdomen


La grasa abdominal no solamente es un problema estético. De acuerdo a investigadores del Massachusetts General Hospital, la grasa abdominal reduce la densidad mineral ósea y por consiguiente aumenta el riesgo de padecer osteoporosis, además de duplicar el riesgo de padecer asma. Por ello, Salud180.com te invita a conocer las principales razones por las que podemos acumular grasa en el abdomen:
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1. Falta de ejercicio
Investigadores de la Universidad Norteamericana Johns Hopkins, encontraron que es necesario mantener un peso ideal, ya que la grasa abdominal no es solamente un problema estético; sino que también perjudica la salud. Por ello es importante realizar ejercicio físico moderado para bajar la panza y mejorar la salud cardiovascular.

2. Hormonas
De acuerdo a publicaciones de Nutrición Hospitalaria, una mala regulación hormonal, o ciertas hormonas que intervienen en el metabolismo de los ácidos grasos y en el crecimiento, se relacionan con una mayor predisposición a acumular grasa en el abdomen. Entre ellas la hormona del crecimiento, la hormona luteinizante y la leptina, principalmente.


3. Dieta inadecuada
De acuerdo publicaciones de la Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, exceder las calorías requeridas de acuerdo a nuestro peso, edad y actividad física, debido a una dieta desproporcionada y mal planeada (rica en carbohidratos y grasas) genera acumulación de energía sobre todo en la región abdominal.

4. “Picoteo”
El consumir botanas poco saludables como papas fritas, galletas o dulces incrementan nuestra ingesta calórica y por ello la grasa abdominal, estos alimentos  no aportan nutrientes para nuestro organismo. Aquí te recomendamos unos tentempiés más saludables.

5. Alcohol en exceso
Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, revela que el consumo excesivo de alcohol es un factor altamente predisponente (50%) a generar grasa abdominal, ya que éstas son calorías líquidas “extras” a los alimentos sólidos.

6. Genética
Investigadores del Sanford Burnham Institute, indican que la grasa corporal varía genéticamente en distintas partes del cuerpo. Observa las características de tu familia, si gran parte de ella acumula grasa en la región abdominal, puede ser que de igual manera tu cuerpo tenga esta tendencia.

7. Estrés
La nutricionista Patricia Ramírez, indica que, durante las situaciones de estrés se estimulan las glándulas adrenales para liberar distintas hormonas, de forma particular la adrenalina y cortisol. Cuando el cortisol aumenta en sangre, favorece la formación de grasa en el organismo (lipogénesis), la cual se deposita en el abdomen.

Científicos de la Academia Americana de Neurología, demostraron que entre los 20 y 55 años, el exceso de grasa también incrementa el riesgo de padecer migraña y jaquecas (dolores de cabeza). No olvides que adoptar un estilo de vida saludable evita acumular grasa en la región abdominal y por consiguiente reduce la probabilidad de padecer enfermedades. ¡Cuida tu salud!
fuente:http:/vidaysalud


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