abril 2019 | Saludymas507

Desarrollo de enfermedades cardiovasculares en la etapa fetal por nutrición insuficiente


Una nutrición insuficiente en la etapa fetal predispone al desarrollo de enfermedades cardiovasculares

Una nutrición insuficiente durante la gestación se traduce en alteraciones de las arterias en la descendencia que, en la vida adulta, conducen a la enfermedad cardiovascular, según ha evidenciado un estudio llevado a cabo en ratas por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Queen Mary University of London (Reino Unido), y que ha sido publicado en 'The Journal of Physiology'.


Además de una inadecuada nutrición, se sabe que la exposición durante el embarazo a tóxicos medioambientales, tabaco, alcohol (incluso a bajas concentraciones) o estrés psicológico, también crean un ambiente intrauterino adverso y pueden contribuir al desarrollo de una enfermedad cardiovascular.



En concreto, los autores analizaron la arteria aorta de ratas expuestas a desnutrición en la etapa fetal (MUN, por las siglas en inglés), centrándose en las alteraciones de su estructura y elasticidad, y estudiaron las diferencias entre machos y hembras al nacimiento, al finalizar la lactancia y en la edad adulta.

"Nuestro modelo experimental mimetiza condiciones de desnutrición materna, restringiendo a las ratas la cantidad de alimento durante parte de la gestación. Los descendientes nacen con bajo peso y, según hemos demostrado en estudios anteriores, sólo los machos desarrollan hipertensión en la edad adulta, aunque en el envejecimiento ambos sexos presentan alteraciones cardiacas", han detallado los autores.



Esta diferencia de comportamiento entre sexos, agregan, parece ser similar cuando el factor estresor en la gestación es otro distinto a la malnutrición, lo que sugiere mecanismos comunes.

Por otra parte, y debido a que el tamaño y la elasticidad de la aorta están estrechamente relacionados con el desarrollo de hipertensión y daño al corazón, los investigadores estudiaron su estructura con un microscopio confocal de fluorescencia que permitió realizar reconstrucciones tridimensionales.

De esta forma, pudieron observar que las ratas MUN nacen con una aorta más pequeña, la cual experimenta después, durante el periodo de lactancia, un excesivo crecimiento. Además, al finalizar dicho periodo, la aorta de ratas MUN es más gruesa que la de ratas control, lo que se mantiene en la edad adulta (figuras superiores).

"Estos datos sugieren que la lactancia es un periodo fundamental en el que se desarrollan algunas alteraciones iniciadas por un ambiente intrauterino adverso y que pueden conducir a una enfermedad cardiovascular, por lo que puede ser una etapa importante de intervención y prevención", han informado los investigadores.

Finalmente, el trabajo también ha mostrado una reconstrucción de las fibras de elastina de la aorta a partir de imágenes del microscopio confocal, demostrando que la elasticidad está directamente relacionada con una organización más laxa de estas fibras (figuras inferiores).

"En la edad adulta la aorta de machos MUN es más rígida en comparación con la de ratas control. Sin embargo, las hembras MUN mantienen una elasticidad similar a la de las hembras que no habían sufrido desnutrición. Estos y otros datos nos llevaron a concluir que la protección de las ratas hembra frente al desarrollo de hipertensión inducido por un estrés fetal podría relacionarse con el mantenimiento de una mejor elasticidad de la aorta, debido a fibras elásticas mejor conservadas", han zanjado.




Fuente


https://m.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-nutricion-insuficiente-etapa-fetal-predispone-desarrollo-enfermedades-cardiovasculares-20190328144728.html

Las dietas que ya matan más que el tabaco




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Las dietas poco saludables ya causan más muertes que el tabaco. Un estudio publicado este miércoles en la revista científica The Lancet ha demostrado que una de cada cinco muertes en todo el mundo -cerca de 11 millones, es decir, un 22% de los fallecimientos en adultos- está causada por una mala alimentación. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco provoca 7 millones de muertes al año en el mundo, la contaminación 4,2 millones y los accidentes de tráfico 1,3 millones.

Es el estudio más ambicioso hasta la fecha sobre el impacto de la alimentación en la salud. Para ello, los investigadores rastrearon las tendencias de consumo de adultos mayores de 25 años de quince parámetros dietéticos en 195 países entre 1990 y 2017: dietas pobres en frutas, verduras, legumbres, granos enteros, nueces y semillas, leche, fibra, calcio, ácidos grasos omega-3, grasas poliinsaturadas y dietas ricas en carne roja, carne procesada, bebidas azucaradas, ácidos grasos trans y sodio.



Los científicos encontraron que, entre los 195 países estudiados, ninguno alcanzó los niveles recomendados en los 15 indicadores. Entre las regiones en donde la proporción de muertes vinculadas a una dieta poco saludable es más alta, Uzbekistán encabeza la lista, seguida de Afganistán, las islas Marshall, Papúa Nueva Guinea y Vanuatu. India se queda en el puesto 118, China en el 140, Estados Unidos en el 43, Alemania en el 38, Reino Unido en el 23 y Australia en el 11. Entre los mejores, Israel se lleva el oro, Francia la plata y España el bronce, aunque todos ellos aún tienen un gran margen de mejora. En el top 10 también se cuelan Italia, en el décimo lugar, Andorra, en el quinto, y Japón, en el cuarto.

Las cantidades diarias recomendadas

Fruta
250 gramos.
Otros vegetales
360 gramos.
Legumbres
60 gramos.
Granos integrales
125 gramos.
Nueces y semillas
21 gramos.
Carne roja
23 gramos.
Carne procesada
2 gramos.
Bebidas azucaradas
3 gramos de azúcar al día.
Fibra
24 gramos.
Calcio
1,25 gramos.
Omega-3
250 miligramos.
Ácidos grasos poliinsaturados
11% del total de energía.
Ácidos grasos trans
0,5% de la energía.
Sodio
3 gramos expulsados por la orina.



«Nuestros hallazgos muestran que, a diferencia de muchos otros factores de riesgo, los riesgos dietéticos afectaron a las personas independientemente de su edad, sexo y su lugar de residencia», dicen los investigadores. «Aunque el impacto de los factores dietéticos individuales varió entre los países, la ingesta no óptima de granos enteros, frutas y sodio representó más del 50% de las muertes», añaden.


El estudio encontró que, de media, las personas comieron apenas un 12% de la cantidad recomendada de frutos secos y semillas -3 gramos al día frente a los 21 indicados-, tomaron 10 veces la cantidad de bebidas azucaradas aconsejadas -49 gramos frente a los 3 estipulados-, consumieron el 16% de la leche considerada necesaria, un 86% más del sodio establecido como saludable, y 29 gramos de granos integrales y 4 gramos de carne procesada de los 125 y los 2 convenientes, respectivamente.



Por regiones, en Japón, China y Tailandia la principal causa de muerte asociada a la dieta fue la ingesta excesiva de sodio (más de tres gramos al día); en Estados Unidos, India, Brasil, Pakistán, Nigeria, Rusia, Egipto, Alemania, Irán y Turquía tomar pocos granos integrales (menos de 125 gramos al día); en Bangladés tomar poca fruta (menos de 250 gramos al día); y en México pocos frutos secos y semillas.



Enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes


Las enfermedades cardiovasculares fueron la principal causa de muertes relacionadas con la dieta (10 millones), seguida del cáncer (casi un millón) y la diabetes tipo 2 (cerca de 450.000). Más de cinco millones de estas defunciones ocurrieron entre adultos menores de 70 años.

Las regiones con las tasas más altas de muertes por enfermedades cardiovasculares relacionadas con la dieta se dieron en Asia Central y las más bajas en Asia Pacífico. Por su parte, el cáncer relacionado con una dieta precaria incidió mayoritariamente en Asia y minoritariamente en el norte de África y Medio Oriente; mientras que la diabetes tipo 2 despuntó en Oceanía y registró el menor número de casos en las zonas ricas de Asia Pacífico.

«Los principales factores de riesgo dietéticos para la mortalidad son las dietas altas en sodio y bajas en granos enteros, frutas, semillas y frutos secos, verduras y ácidos grasos omega-3», destacan los autores. «Cada uno de ellos representa más del 2% de las muertes mundiales. Por ello, existe la necesidad urgente de mejorar la dieta humana en todas las naciones», concluyen.
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